En 1989, un antiguo teatro del centro de Ñuñoa cerraba sus puertas para dar paso a una sala de ensayos, con un pequeño bar para los primeros asistentes. Con el tiempo y la llegada de la democracia fue tomando fama de antro, donde bandas emergentes, especialmente dedicadas al metal, daban a conocer su estilo y lograban captar una masa seguidora de sus temas.
Hoy es considerado uno de los locales de música en vivo más importantes dentro del circuito nacional, abriendo sin descanso durante todo el año, y da cabida a todo tipo de bandas, tanto emergentes como con trayectoria, de diferentes estilos. Acá, un extracto de un jueves por la noche.
Etiquetas: la batuta
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